viernes, 30 de noviembre de 2012

Aurora y el afecto


Revisando una lata en mi ex taller, una de entre muchas latas, cajas, frascos, y otro tipo de objetos contenedores que tengo, encontré hace unos meses una pluma fuente. La visión me entusiasmó mucho, la guardé en la cartera y unos días después, ya en mi casa, decidí limpiarla.

La tarea me llevó más tiempo, cantidad de lavados y utensilios de los que pensé pero, finalmente, luego de unas dos horas de intentar un poco sin suerte, logré desenroscar el cuerpo de la punta.

Aurora (por la marca italiana de estilográficas Aurora - modelo 88P) no es una pluma cualquiera. Eso lo descubrí en ese momento. Su sistema de carga es directo, sin cartucho. La tinta se regula por medio de un dispositivo a rosca que tiene en el extremo opuesto a la punta. Cuando éste se rosca, la pluma expide burbujas de aire por un agujero milimétrico que tiene en la panza. Y como esas cosas, Aurora tiene otros trucos y secretos.

Me emocionó la presencia de este objeto extraño y antiguo en mi vida. Investigué un poco en internet. Divagué acerca de su origen y su historia. Fantasée con un pasado foráneo, de viajes y aventuras interoceánicas, para llegar finalmente a mis manos.

 La llené de tinta roja. No sé porqué; no lo pensé. Me propuse probarla, y terminé dibujando a mano alzada, algo. Entonces surgió en mí la idea de dibujar con Aurora, de dibujar porque sí, de dibujar sin boceto, simplemente para disfrutar del placer de dibujar. No pensé específicamente en dibujar con tinta roja; de alguna manera no contemplé que hubiera otra posibilidad.

Y así surgieron una serie de dibujos, una serie rara, porque lo único que tienen en común estos dibujos es que fueron hechos con la misma herramienta y la misma impronta.

Amo a estos dibujos. Algunos son mejores que otros, más interesantes. Pero yo rememoro el momento de estar haciéndolos, y los quiero a todos. Todos fueron importantes.


"Noche"


Hace un tiempo, recibí en mi casa la visita de una querida amiga, curadora, con quien compartimos delirios varios acerca del arte y de la vida, y le mostré las últimas cosas que había estado haciendo. Le conté la historia de Aurora. Y ella, con esa visión desde otro lugar que tienen algunas personas lúcidas de algunos temas, me hizo notar que la historia de Aurora, de los dibujos hechos con ella, era la historia del afecto que despertó en mí ese objeto en particular. Y eso me dejó pensando un largo, largo tiempo.

Y entonces entendí que no sólo somos las cosas de las que nos rodeamos. Entendí que esas mismas cosas no son simplemente un reflejo de nosotros, sino que existe una relación dinámica entre ellas y nosotros. Las cosas de las que nos rodeamos nos pueden transformar.
Aurora llegó a mí en un momento muy extraño, en el que me estaba costando todo. Llegó y despertó algo en mí. Y su presencia me modificó. Hoy descansa en un frasco que contiene cosas muy selectas y queridas por mí, limpia y cuidada; a fin de cuentas, amada.


"Mundo"


 Para ver la serie en proceso de Aurora, dirigirse al siguiente enlace: http://juliaobianco.wix.com/arte#!aurora/c14dl

No hay comentarios:

Publicar un comentario