sábado, 22 de junio de 2013

Siempre de paso

Desperté y no reconocí donde estaba.
Por un instante, sentí miedo. Un miedo helado y blanco. 
Como suele pasarme, pronto recordé: estoy acá, por esta razón, hace este tiempo. Entonces sobrevino el alivio del reconocimiento.
Así me despierto cada tanto, en algún lugar. 

Hoy miré el mar y me pregunté, por cuánto tiempo más seguiré despertanto de esta manera, en lugares que no me son propios más que por una fracción de tiempo; cuánto - hasta encontrar mi lugar.
El mar desconoce la respuesta a este interrogante.
El mar - y yo.



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